Señoras y señores:
Primero que todo feliz cumpleaños a mi, me alegra saber que estoy un año más compartiendo esta vida que a pesar de lo sufrida tiene sus buenos momentos, esos que llenan y embargan de buenos recuerdos nuestras mentes y que nos ayudan a seguir adelante en los malos momentos, esos son los que tengo en cuenta y los malos ratos no los olvido, aprendo de ellos para transformarme en un mejor ser humano.
Cuando uno es pequeño el cumpleaños es un evento especial para todo el mundo, hay fiesta, ponqué, etc., pero en la medida que uno crece se convierte en un evento especial prácticamente solo para uno y si acaso la familia, sin embargo, esto no le quita la trascendencia que debe tener, ya que es un día de reflexión y evaluación para ver si la vida no se nos está yendo sin que hagamos algo para dejar huella en este mundo, ya que lo importante no es que hagas, como lo hagas o cuanto dinero tengas para hacerlo, lo que realmente suma es hacerlo y que lo que hagas tan bien, que le prestes beneficio a otros y que los demás te recuerden por eso, para eso es la vida y en ese sentido creo que mi camino ya comenzó.
Este pasado año en mi vida ha sido realmente difícil, me he puesto a prueba en muchísimas cosas y he logrado entender muchas otras. Nunca voy a poder dejar el sentido poético y nostálgico que siempre me ha caracterizado, así como mi afán y mil cosas que me hacen ser quien soy.
Agradecimientos en este año miles, a los Martínez, a los Torres a los Restrepo a Nacho a mi trabajo y a Dios. Pienso que después de mucho caminar, nunca realmente se llega a donde se quiere siempre se queda uno en la mitad de un camino que si bien es el que uno quiso, nunca será el final que tanto se anhela. Por lo mismo este nuevo año para mi es por así decirlo mi prueba final, si aquí sobreviví, lo seguiré haciendo hasta que se me acabe la sangre.
Onomástico, cumpleaños o como mas se le pueda decir. Hoy no es un día para celebrar, no vale la pena celebrar tantas cosas que pude hacer y deje de hacer, es mejor levantar la cabeza, coger lo que hay a un metro del suelo y terminar por fin con lo que siempre he querido.
Proyectos, varios, por ejemplo mi librillo de poemas, el historial de memorias falsas, mi tan preciado RS, y un centenar de cosas que iré buscando con el tiempo para poder ofrecerles a ustedes mis amigos y lectores, cada día cosas mejores y con mas alta relevancia.
Para terminar con este escrito no puedo dejar de lado poner una poesía, pues como ya lo dije párrafos atrás, hace parte esencial de quien soy.
La melancolía.
La melancolía al poeta, es como el agua al mar, es mal necesario.
Me pregunto, en este frió encierro ¿Qué será de un poeta sin melancolía?
En este encierro me doy cuenta que la melancolía es la reflexión, la acción de saber que se siente, que el sentimiento duele.
Se entra en melancolía al perder, cuando se pierde al amar se pierde, se pierde demasiado, se dilapida, se pierde la honra, se pierde el amor propio.
Por esto por perder se melancoliza, se melancoliza la razón. Se melancoliza el amor.
Pero todo queda en la melancolía de un poeta, que no encuentra más que escribir.
Se cae el agua del horizontal vaso y que dolor tan melancólico…
Kashuery.
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